Los apodos son nombres inventados con que se le suele llamar a la gente. Muchos de ellos pueden ser simpáticos, ingeniosos o agradables, pero también es bastante común que terminen por ser bastante molestos.
Ya que terminan por resaltar algún defecto físico o en general alguna situación que molesta. Y el problema es que cuando empiezan a decirte de una forma, puede hacerse muy difícil que te quiten dicho apodo.
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¿Por qué los apodos pueden ser realmente molestos?
No existe un momento definido en el que pueden ponerte un apodo. Puede ser cuando apenas te unes a un grupo de gente o con el paso del tiempo. Puede ser por una situación en concreto o por el convivir de los días.
Pero de repente resulta que alguien te apoda de una manera y todo cambio. La gente deja de decirte por tu nombre y empiezan a usarlo de forma regular. Y eso puede resultar altamente frustrante, sobre todo si el apodo es ofensivo.
En algunos casos simplemente puede ser incómodo, pero en otros casos en verdad lastimarte. Porque señala algo de tu físico que en verdad no te agrada o esta señalando un comportamiento que quisieras cambiar.
El problema es que una vez que alguien te pone un apodo, es normal que los demás te empiecen a decir de esa manera. Y un día de repente ya nadie te habla por tu nombre verdadero sino únicamente de esa forma.
Algunos lo harán sin maldad de por medio, simplemente oyeron que te dicen así y se les hace cómodo; pero también habrá algunos que lo hacen con toda la intención de lastimar, de hacerte sentir mal.
¿Es posible hacer que la gente olvide un apodo que te pusieron?
En realidad es difícil, pero eso no quiere decir que no intentes hacer algo al respecto. Pero siempre es bueno intentarlo.
Di un apodo apenas conozcas a la gente.
Si sabes que tienes algún aspecto que alguien pueda tomar para herirte, es buena idea que primero tu digas un apodo que si te gusta. Es probable que este termine por ser adoptado por todos antes que cualquier otro.
Por ejemplo, decirles que te gusta que te digan por el diminutivo de tu nombre. Eso hará que la gente te empiece a relacionar con ello, por lo que es probable que nadie se ponga creativo y busque un apodo que ponerte.
¡Trata de no molestarte!
Una regla contra la gente que molesta o “bullies” es no mostrarle que te molesta algo. Puedes decirle que no te diga así o mostrar desaprobación inicial, pero es importante mostrar que no te importa tanto (¡aunque en el fondo sea así).
Ya que si notan que en verdad te está molestando, lo más probable es que lo sigan usando. Por lo que si notan tu enojo, les estarás dando razones extra para utilizarlo. Mucho autocontrol en primer lugar.
No respondas a ese apodo.
Si ves que es difícil deshacerte del apodo, no vayas a responder a él. Si alguien te dice de esa forma, simplemente sigues caminando o no volteas hasta que te digan por tu nombre. De esta forma, estarás demostrando que no respondes a ello.
Sobre todo en ambientes donde se requiere comunicación, no responder al apodo terminará por hacer que se rompa el flujo. Por lo que para muchos terminará por ser cansado que para hablarte tengan que repetirse mucho, por lo que lo dejarán.
Deja ese círculo.
Puede ser imposible quitarse el apodo. Que ya todos lo adopten y no quieran dejarlo, ¿es posible para ti alejarte de esa gente? Hay quienes piensan que es huir, pero por salud mental suele ser mejor cortar por lo sano.
En lugar de estar aguantando y lidiando, si es es posible cambiar de gente, te desharás del problema más fácil. Y si alguien piensa que corriste cobardemente, piensa que ahora vives con mucha más tranquilidad.