Todo en exceso es malo como bien dice el dicho. Incluso los alimentos más saludables pueden comenzar a hacerte daño cuando te pasas por mucho de las dosis recomendadas. Y el azúcar no es la excepción.
En la cultura de hoy en día, es normal consumir alimentos que contengan cantidades altas de azúcar. Por lo que es muy fácil que consumamos cantidades altas sin siquiera darnos cuenta que lo hacemos.
¿Qué pasa si comes mucha azúcar? ¿Qué sucede dentro de nuestro organismo cuando comemos cantidades tan altas, que consecuencias existen?
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¿Qué pasa si comes mucha azúcar?
Uno de los primeros problemas que enfrenta la gente, es que no sabe que está consumiendo mucha. Porque se le llega a hacer difícil entender cuáles son las distintas fuentes de donde pueden terminar por obtenerlo.
Existen una amplia variedad, como pueden ser:
- Los monosacáridos (simples)
- Galactosa
- Disacáridos
- Fructuosa
Y otros más. Como ves, son diferentes fuentes, pero todas terminen por añadir a la dosis recomendada diaria.
Es por eso sencillo que termines por tomar demasiado y tu hígado pagará el precio. No puede estar procesando todo y terminará por convertirlo en grasa. Es por eso que acumular tejido adiposo y engordar es una de las primeras señales.
Pero no es la única consecuencia que sucede por consumirla en demasía.
Consecuencias del consumo de azúcar.
Puede suceder que:
Deterioro de tus dientes.
Los azúcares pueden llegar a causar caries y otros problemas similares a tus dientes. Los azúcares simples sobre todo, contienen una serie de microorganismos que al quedarse en los dientes, producen un ácido.
Este empezará a corroer el esmalte que tiene en la parte superior. Son cavidades que pueden llegar a ser muy dolorosas, causando además un mal olor.
Mayor apetito.
Al estar consumiendo mucha, también tu apetito se despertará. Terminará por influir en la leptina, que es la hormona encargada de controlar la sensación de hambre que tenemos.
Empezaremos a tener resistencia a dicha hormona, lo que causará que tengamos que comer mucho, ya que no podemos saciar nuestro apetito ya con las cantidades normales.
Cansancio y ganas de dormir.
A veces, tomar azúcar puede levantarte para realizar actividades. Pero cuando pasa el efecto, sucede lo contrario: empiezas a tener sueño y parece que pierdes energía, por lo que solo quieres dormir.
Eso es porque el sistema digestivo se encuentra ocupando casi toda la energía y terminas por querer estar durmiendo o reposando. Esto porque ya casi no te quedan reservas para seguir realizando actividades.
Te aparecen arrugas.
Si lo que te preocupa es tu belleza, entonces tendrás que moderarte. El exceso termina por entorpecer la función de las proteínas, que se encargan entre otras funciones de regenerar el colágeno, el cual repara la piel y evita las arrugas.
Cambios de humor.
Llega un punto que influirá en tu humor. Por momentos, te encontrarás feliz y en otros de malas. Sobre todo cuando se pasa el efecto de la energía que se inyectó a tu cuerpo, al haber consumido recientemente el alimento.
El consumo de pasteles y dulces es uno de los causantes, incluso por ello se les llega a llamar el “alimento del mal humor”. Esa cantidad de energía provoca un notorio aumento de azúcar que se notará en tu forma de tratar a los demás.
Hígado y graso e insuficiencia renal.
Tanto el hígado como los riñones pueden quedar afectados. El hígado por ejemplo no puede procesar todo de forma correcta, llegando al punto que desarrollara hígado graso o esteatosis hepática. Tendrá efectos similares a quienes beben demasiado.
En los riñones pasa algo similar, aunque todavía hay que estudiar más al respecto, por observación se ha detectado una disminución de las funciones renales debido al exceso de azúcar.
Cada persona necesita dosis diferentes diarias. Lo mejor que puedes hacer es consultar con tu nutriólogo, para poder conocer que cantidad consumir a diario y en base a que alimentos.