Cuando se estropea el tubo de escape, ¿Qué sucede?

El tubo de escape del coche es de esas piezas que no pensamos en ellas hasta que empiezan a dar problemas. Por lo regular son silenciosos, simplemente tirando al exterior los gases que produce el vehículo al andar.

Pero puede llegarse a estropear, por lo que se debe prestar atención. Recuerda que cada pieza de nuestro vehículo está puesta para realizar una función específica. No es casualidad, por lo que un desperfecto puede causar problemas generales.

¿Cómo sé que mi tubo de escape se ha averiado?

cuando se estropea el tubo de escape qué sucede

Es una pieza muy sencilla, por lo que hay un signo inequívoco: el aumento exponencial de ruido saliendo de esa parte.

Algunas personas llegan a pensar que otro síntoma es que comience a echar humo de color negro. Pero eso no se encuentra relacionado con el escape, sino con la mala carburación en el vehículo. El escape es simplemente el paso final.

El ruido que se produce es porque con el tiempo y uso se llegan a dañar las paredes del tubo. Al romperse, comenzará a tener una serie de fisuras mediante la cual terminará por salir el humo expulsado.

Debido a que son partes rotas, no pensadas para ello, es usual que al salir por ahí produzcan ese sonido característico. Algunos pueden pensar que es falla de motor, pero no tiene porque ser así, el motor podría funcionar bien.

¿Y qué consecuencias tiene un escape roto?

Existen varias consecuencias.

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Aumentará el gasto de gasolina.

Cuando existen estas fisuras, existe el riesgo que por ese medio comience a filtrarse una mayor cantidad de oxígeno hacia el interior. Esto hará que el gasto de combustible sea mayor, porque tiene más para quemar.

No está exento de este problemas los vehículos con computadora, ya que sus medidores terminarán por estar confundidos ante el aumento de este gas.

Perderá potencia el motor.

Otra consecuencia es que notarás como a tu vehículo le da más trabajo alcanzar la potencia de antes. El vehículo será más lento y tardará todavía más en alcanzar la potencia máxima que antes. Incluso, ya no alcanzarla.

Lo mejor que puedes hacer es llevar tu vehículo a verificación regular. Entre ello, sería revisar el tubo de escape, porque este tiene una vida útil.

Y si estás escuchando ya el ruido, lo mejor será mandarlo a reparar. El gasto será mayor a la larga, porque significará desgaste de motor, aumento de dinero invertido en gasolina y, por supuesto, la molestia de conducir haciendo un ruido ensordecedor.