Que pasa cuando hay muchos depredadores y pocas presas o al revés

En la cadena alimenticia, hay dos grupos bien diferenciados: los depredadores y las presas. En donde los primeros cazan a los segundos para poder alimentarse. Al menos hablando en la naturaleza.

Ya que la relación depredador-presa pueden llevarse a muchos ámbitos, incluso al laboral. Por lo tanto, se usa para definir esa relación donde un ser vivo termina por atacar/acosar a otro de manera metódica o sistemática.

Pero vamos a centrarnos en la naturaleza.

¿Qué pasa cuando hay muchos depredadores y pocas presas?

qué pasa cuando hay muchos depredadores y pocas presas

En un ecosistema equilibrado, lo normal es que haya un número similar de presas para los depredadores que rondan el lugar.

Si se reduce el número de presas significativamente, el alimento comenzará a ser escaso. Entre los depredadores pueden comenzar a pelear entre ellos, y en muchos casos, ni siquiera intentan atacarse para satisfacer su hambre.

Por lo tanto, pueden pasar dos opciones: o empiezan a morir algunos ejemplares o migran a otros lugares buscando alimento.

Sin embargo, también puede pasar lo contrario.

Si en un ecosistema existen demasiadas presas y pocos depredadores, puede darse el caso de haber plagas o que empiece a escasear el alimento de alguna otra manera.

De manera natural, es probable que el equilibrio simplemente se vaya cambiando. El problema llega cuando entra la mano del ser humano, que en más de una ocasión ha causado un proceso de defaunación.

¿Qué es la defaunación?

Para poder dañar un ecosistema, no es necesario estar cazando a todas las especies para afectar. Es posible simplemente atacar una especie o un par de ellas, para comenzar a causar diversos desequilibrios.

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Y un fenómeno que ocurre en muchos lugares gracias a la cacería humana, es que se dedican a cazar las empresas más grandes o incluso las medianas. Ya sea por diversos motivos, que van desde alimentación hasta cacería deportiva.

Esta puede considerarse una desaparición antinatural de presas, causando por lo tanto ecosistemas dañados a mediano y largo plazo.

Además, también puede terminar por afectar la evolución natural de las especies.

Este problema no es solo de animales grandes.

Cuando hablamos de depredadores y presas, es común pensar únicamente en mamíferos y animales grandes. Como un león cazando un venado, por poner un ejemplo.

Pero hay que tomar en cuenta que este tipo de relación también se puede dar a varios niveles. Desde insectos hasta reptiles un poco más grandes. La relación depredador presa puede darse en muchos tipos de seres.

Y las consecuencias del desequilibrio se dan igual en todas.