Es bastante seguro que en alguna ocasión de tu vida alguien te haya recomendado que debes hacer ejercicio. Es una actividad física que permite obtener a tu cuerpo muchos beneficios, tanto físicos como mentales.
Y si bien hay personas que pueden irse al extremo de hacer demasiado ejercicio, también es verdad que se encuentra el otro lado en donde apenas haces o la total ausencia de ello. ¿Qué ocurre con tu cuerpo?
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¿Qué pasa si no hago ejercicio?
Existen varias consecuencias que debes tomar en cuenta:
Pérdida o falta de masa muscular.
Lo primero al no realizar actividad física, irás perdiendo masa muscular. Si eras una persona con cierto nivel de actividad y dejas de realizarlo, notarás el adelgazamiento de piernas, brazos y otras partes del cuerpo.
Si eres alguien que jamás ha realizado actividad, es probable en gran medida que por eso no tengas el cuerpo con la musculatura deseada. Toma en cuenta que hay cuerpos delgados por naturaleza, que difícilmente pueden tomar cierto grado de músculo.
Deterioro de la condición cardiaca.
El corazón requiere la actividad física para estar en forma. Al no realizar ejercicio, tendrá consecuencias como un acumulamiento de grasas y otras sustancias que no permitirán el correcto bombeo.
Por otra parte, el corazón también se debilita al no estar en plena forma, lo que dará lugar a condiciones como cansancio y también a ciertas enfermedades.
De igual forma, pueden ocurrir consecuencias como un aumento de la presión arterial, lo cual terminará perjudicando a órganos como son los riñones y el corazón. Y gracias a su debilitamiento, también habrá un estrechamiento de las arterias.
Aumenta el riesgo de sufrir diversos tipos de enfermedades.
Al tener el cuerpo en forma y ejercitado, también ayuda a tener un sistema inmunológico mucho más fuerte que ayuda a luchar contras las enfermedades. El ejercicio mantiene el metabolismo funcionando de mejor manera.
Al disminuir la actividad, también causará que la lucha contra las enfermedades por parte del cuerpo sea mucho más difícil. Esto te hará más proclive a tener a contraer diversos virus, incluso con una alimentación saludable.
Ayuda a despejar la mente.
El realizar actividades es muy bueno para la mente. Al realizarlo, se liberan endorfinas que terminan yendo directamente a todo tu cuerpo y te anima. Incluso puede llegar a causar que mentalmente seas más fuerte.
No son pocas las personas que luego de haberse retirado de realizar ejercicio de manera habitual, hayan comenzado a ser más proclives a padecer algunos problemas relacionados con la depresión y el desánimo.
La piel pierde tonificación.
El moverse también causa que tengas una piel mucho más tonificada, más fuerte y más bella. De hecho un motivo estético puede ser suficiente para que algunos comiencen a realizar al menos una pequeña caminata diaria.
La actividad permite que tu piel permanezca mucho más firme, por más tiempo. Esto puede terminar por reflejarse como una forma de poder alargar la juventud, al tenerla elástica y más brillante.
Subir de peso y retener líquidos.
Si no nos movemos acumulamos grasas. Y también, podemos comenzar a retener líquidos. Todo esto en primer lugar puede terminar por afectar nuestra salud a mediano y largo plazo, pues nos vuelve proclives a enfermedades.
Y a nivel estético, terminaremos por tomar un cuerpo que no luzca como nosotros queremos. Denegarte a moverte permite que te alejes de los posibles canones de belleza que busques.
El ejercicio es divertido, te permite mejorar tu apariencia y también cuidar tu mente. Es recomendable comenzar a hacer al menos media hora cada día, pero también es buena idea consultar con tu médico de cabecera para conocer cualquier condición.