En el mundo que vivimos, gastar dinero es no solamente para suplir nuestras necesidades básicas. No, también lo hacemos para poder tener lujos, comprar artículos que nos permiten divertirnos y pasarla mejor en general.
El problema es que no siempre podemos ganar todo el dinero que quisiéramos. Por lo que podríamos recurrir a distintas formas de lograr obtener todos esos bienes, aunque no tengamos el dinero a la mano.
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¿Por qué gastaría más dinero del ganado?
Puede resultar evidente, pero incluso muchas personas no se dan cuenta y pierden el control: en gran parte, es por observar el estilo de vida de otras personas. Que ves que pueden darse ciertos lujos que tú no.
Vivimos en una sociedad en donde, queramos o no, si somos juzgados hasta cierto punto por lo que poseemos. Aunque muchas personas digan que no, si te mirarán diferente si apareces con el último modelo de automóvil que salió.
Endeudarte porque no ganas para comer es completamente entendible. Es una situación de emergencia y tienes que salir adelante de cualquier manera. Intentando arreglarlo, pero hoy hay que poder comer.
En cambio, cuando te endeudas para comprar lujos no había necesidad. Tenemos ganas de poder vivir como otras personas, tener dichos objetos. Porque sentimos cierta presión por no tenerlos en nuestro hogar.
Junto con el ver a otras personas existen las campañas de publicidad. Que continuamente se la pasan recordándote lo bien que te vas a sentir si lo tuvieras. El tipo de personas feliz que serías si compras.
Ante esta situación, es normal que alguien termine por endeudarse para obtenerlo. Algunos en mayor medida y otros en menor, pero en esta sociedad de consumo, no consumir precisamente te hace sentir fuera de ella.
¿Y cómo puedo gastar dinero que no tengo?
Actualmente, podemos obtener dinero por medio de préstamos, por crédito o empeñar cosas. Por eso se dice que es dinero que no tienes, porque no es obtenido por medio de tu fuente habitual de ingresos.
Es dinero que entra de forma extra, que por lo regular tienes que regresar luego. O te hace perder un objeto que consideras valioso.
Y es que cuando logras comprar algo a crédito, sientes al momento esa felicidad de poder haber obtenido la compra en cuestión; pero luego viene la “cruda financiera”, cuando ese pago se tiene que hacer mensual.
Muchas veces pasa que cuando se te quita la emoción de la compra, reflexionas que tal vez no hubieras querido comprar eso. Que después de todo no lo necesitabas y que deberías haberte aguantado.
Pero el pago mensual estará ahí, no se irá. Aunque te arrepientas necesitas terminar de cubrir lo que gastaste, ¡Ese es el momento difícil! Es cuando ves las consecuencias de gastar más de lo que ingresas.
¿Qué puedo hacer para evitar endeudarme comprando algo innecesario?
Realmente cada quien puede hacer lo que quiera con su dinero. Pero algunos consejos básicos sobre el tema son.
Ahorra.
No digo que si quieres un objeto que no puedes pagar con tu sueldo renuncies a él en definitiva. Pero a veces tenemos prisa en obtenerlo y recurrimos a endeudarnos. ¿Por qué no ahorrar para poder comprarlo?
Este es un consejo simple, pero muchos no lo siguen. Piensan en obtener el producto y poco a poco lo pagan. Pero por la situación ya dada anteriormente, los gustos cambian y sobre todo los impulsos de compra se detienen.
En cambio, cuando compras con algo ahorrado no tendrás deudas posteriores. Y de hecho, si cambias de opinión en el camino, puedes optar por usar ese dinero en otra cosa. Es simple, pero la gente no le gusta esperar.
No lo compres.
Esta opción también existe, ¿en verdad no lo necesitas? ¿No estarás simplemente influenciado porque todos lo tienen o está de moda? Mucha gente siente necesidad de ser parte de algo, de no estar fuera de lo que todos hacen.
Por lo que sienten que si no compran un objeto, estarán fuera de un grupo. Pero, ¿en verdad lo necesitas por el objeto en si o es solo por esas razonas? Más de una vez notarás que no pasa nada si no lo compras.
Además, que si lo compras tampoco obtendrás aprobación social. En el fondo a la mayoría de gente no le importa, más allá de un comentario tipo “¡Que bueno que lo tienes!” y listo. No hay más.
Compra lo que realmente necesites y tengas ganas, que comprar por presiones externas no deja nada bueno.