Si en alguna ocasión alguien te ha llegado a dar un consejo para sentirte mejor, lo más probable es que te haya dicho que debes de hacer ejercicio y alimentarte bien. Esto es parte de una fórmula ganadora que todos conocemos.
Pero, puede ser que tengas curiosidad sobre que sucede al no cumplirla por completo. Saber que pasa si hago ejercicio y no como bien, por ejemplo. ¿Qué puede suceder dentro del organismo al no cumplir con esta regla?
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Que pasa si hago ejercicio y no como bien.
A la hora de realizar ejercicio, vamos a utilizar muchas de las energías que se encuentran en nuestro cuerpo. En una situación ideal, toda esa energía la repondríamos al comer algún tipo de alimento balanceado.
No vas a rendir.
El primer problema al hacer ejercicio sin alimentarte bien, es que lo más probable no vayas a rendir para nada. No podrás hacer los ejercicios en la cantidad y calidad suficiente, porque te quedarás sin energía.
Tu cuerpo no puede crear fortaleza de la nada, por lo que si sales a correr seguido y no tienes una buena alimentación, notarás gradualmente como tu rendimiento recae. Ejercitarte será cada vez más duro.
Tu cuerpo absorberá energía de otras partes.
Si por ejemplo tu meta es lograr crear masa muscular, al intentar hacer ejercicio notarás que tus músculos simplemente no crecen. Lo que ocurre es que para “crear músculo” se necesitan de muchos materiales orgánicos.
No por nada los fisicoculturistas por ejemplo necesitan estar consumiendo una gran cantidad de proteínas y otro tipo de alimentos que les permitan aumentar su figura. Si no comes correctamente, estarás consumiendo de tu propio cuerpo.
¡Puedes engordar!
Esto puede sonar contraproducente. Hasta hace un tiempo, había personas que pensaban que al no comer y hacer ejercicio, lo que pasará es que quemarás energía de manera masiva. Pero nuestro cuerpo es inteligente.
Tu organismo se encuentra preparado para intentar sobrevivir a cualquier crisis que llegues a tener. Piensa que estuvieras en un lugar salvaje atrapado, en donde no puedes conseguir alimento fácilmente.
Entonces, tu cuerpo entrará en modo de emergencia, acumulando todas las grasas que puede para subsistir. Eso mismo pasará si no comes y ejercitas, podrías empezar incluso a engordar porque tu cuerpo aprovecharía toda la comida.
Por lo tanto, según estudios de American Journal of Clinical Nutrition, no es conveniente pasar periodos larguísimos de hambre como un método para reducir medidas.
Comer menos si ayuda.
Con todo esto, pareciera que comer menos no tiene ningún sentido, o por lo menos que nos diera alguna ventaja. Lo que si se recomienda es ejercitarte, pero comiendo menos de lo habitual.
Es decir, no vayas a ejercitarte luego de haber hecho un desayuno o almuerzo completo y pesado como siempre lo haces. De cualquier forma, se te haría difícil ejercitarte con el estómago lleno.
Es más recomendable consumir algo ligero, como puede ser un yogurt o un plato de frutas. Esto permitirá a tu organismo estar ocupado consumiendo algo nutritivo, y no ejercitarte con un vacío en el estómago.
Llena tu estómago de algo nutritivo y ligero
Ese alimento debo hacer hincapié que lo mejor es que sea algo lleno de nutrientes y que te de energía. Porque vas a gastar de manera masiva, por lo que necesitas algo que respalde toda tu actividad física.
En resumen, matarse de hambre nunca es una solución. El cuerpo siempre tomará a mal el no poder estar comiendo. Entra en estado de emergencia y buscará la forma de compensarlo.
Y si quieres tener algo rendimiento, requieres energía que no te dará la ausencia de alimento. No dudes en pedir ayuda a un nutriólogo para saber que comer, si tienes dudas.