El huevo es uno de los alimentos básicos de la dieta de millones de personas. Está lleno de nutrientes que nuestro cuerpo necesita, por lo regular tiene un precio accesible y muchas formas distintas de prepararlos.
Pero también este alimento, en caso de no estar en las mejores condiciones, puede dañarnos el sistema digestivo. Una de las mejores formas de verificar que se encuentra en buenas condiciones, es hacer la prueba de ponerlo en agua.
Porque el huevo flotando en el agua es malo.
Para que podamos degustarlo y no nos dañe, lo primero que debemos verificar es que se encuentre fresco. Y a primera vista, un huevo que ya se echó a perder no luce demasiado diferente a uno en buenas condiciones.
Es ahí cuando hacemos la prueba de ponerlo en agua. Los posibles resultados son:
- Si el huevo se hunde enseguida, y ahí permanece, está fresco.
- Si el huevo se hunde y regresa, o directamente se queda flotando, ya está algo viejo.
Hay que aclarar algo: que un huevo este flotando no quiere decir de buenas a primeras que ya no sirva para su consumo humano. Podría darse el caso que este en sus últimos momentos de frescura.
Lo más probable es que si se hunde y regresa, todavía esté en condiciones. Pero si directamente flota, ya lo mejor será descartarlo.
Ya ahí queda bajo la discreción de cada usuario, de saber cuando usarlo o no. Podrías desear tener siempre lo más fresco posible.
¿Y por qué flota cuando no está fresco?
Ahora ya sabes que significa que flote. Ahora la pregunta es, ¿por qué flota dependiendo de su frescura?
La respuesta se encuentra en la superficie de la cáscara: esta es porosa, permitiendo intercambiar ciertos elementos del exterior como gases. Vale la pena recordar que existe para dar vida a un ser vivo, por lo que tiene diversas funciones.
Pero conforme pasa el tiempo en el producto, la calidad de la superficie cambia. Empieza a perder humedad, cambia su tamaño e incluso el producto interior tendrá variaciones.
Esto permite comenzar a acumular aire en el interior. Este es el punto vital: el aire termina por servirle de flotador al huevo. Y por eso, cuando ya se encuentra poco fresco, tenderá a flotar.
Cuando ya tiene varias semanas lo más posible es que flotará, por lo que ya no se recomienda su consumo. No es una prueba exacta, pero bastante útil para determinarlo de forma rápida.