La comunicación en estos tiempos que vivimos es masiva. Puedes hablar en cualquier momento con alguien que se encuentra en el otro lugar del planeta. Pero para poder lograr, es necesaria la infraestructura que pueda soportar todo ello.
Es por eso que en gran medida vivimos rodeados de toda clase de postes, cables y antenas. Pero en el caso de estas últimas, se habla mucho que podrían ser perjudiciales para las personas, ¿Qué hay de cierto en ello?
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¿Cuál es el problema con las antenas?
Para que diversos aparatos como los celulares y otros más puedan comunicarse, es necesario que haya dispositivos que repitan los datos hacía otros dispositivos.
Esta función la cumplen esas enormes antenas que se encuentran por toda la ciudad. Gracias a ello, la comunicación es muy rápida, eficiente y sostenible, ya que gracias al gran número que hay, siempre se encuentra disponible el sistema.
El problema radica en que estas antenas se encuentran en medio de las ciudades y poblados. Y que al estar emitiendo las 24 horas, también las personas que están cerca estarían recibiendo radiación constante todo el día.
Por lo tanto, muchos temen vivir cerca de una de estas antenas, por sentirse en peligro de contraer algún tipo de enfermedad por la constante exposición.
¿Y hay un peligro real por vivir cerca de una repetidora?
Existen muchos organismos que aseguran que no existe un peligro real para la población.
Se habla en primer lugar que aunque te encuentres cerca de una antena, gracias a la altura que poseen los rayos no llegan con suficiente intensidad a la gente que se encuentra a nivel piso para causar algún daño.
Además, cuando dichos rayos golpean con las paredes de los hogares, por lo que se vuelve mínima la cantidad que llegaría dentro de los hogares. Lo suficiente para simplemente servir para su labor de comunicación.
Por otra parte, la orientación en la que salen los rayos es horizontal. Es decir, que es mandado por encima de cualquier zona donde se encuentra población, quienes están a una altura mucho menor.
Antes de colocar una antena, se hacen una serie de estudios que muestran como su orientación no termine por provocar daños en un edificio, que tendría la altura adecuada para quedar en el camino de la emisión.
Entonces, ¿no hay nada de que preocuparse?
Según la Organización Mundial de la Salud, respalda que son completamente seguras para estar cerca de seres humanos.
Pero existen otras organizaciones que se encuentran realizando estudios sobre posibles consecuencias no medibles de manera inmediata, sino a largo plazo.
Afirman que existen evidencias reales por la presencia constante de campos electromagnéticos y tecnologías inalámbricas en las personas.
Estas tecnologías causan una especie de vibración similar a la radiación que produce el microondas. Pero esta termina por repercutir en nuestra sangre, moléculas y agua que tenemos en nuestro interior.
Esta vibración causa que haya fricciones a nivel ADN, lo cual hace cambios de manera muy lenta y se presume que causa problemas de salud a la larga.
¿Y qué conclusión puedo sacar?
La realidad es que hoy en día hay intereses de los dos lados, donde cada uno parece dar una respuesta coherente. Dan pruebas incluso al respecto, por lo que no se puede sacar al día de hoy una conclusión 100% acertada.
Por lo que simplemente queda de nuestro lado tomar las precauciones necesarias de ser posible. Por ejemplo, si vas a mudarte, no hacerlo cerca de donde se encuentre instalada algún tipo de antena.
Ya que si colocan una cerca de donde se encuentra nuestro hogar, poco podríamos hacer, aunque se diga que estamos totalmente seguros.