Una de las actividades que necesitamos realizar a diario es transportarnos, ya sea para ir a trabajar o cualquier otra actividad. Es por ello que el automóvil es uno de los medios más populares para poder realizarlo.
Pero estos contaminan, además de traer otros problemas adicionales. ¿Cómo cambiaría el mundo si en lugar de tener automóviles, nos pusiéramos a usar el transporte público ya establecido? ¿Qué beneficios tendría?
Beneficios de todos usando el transporte público.
El transporte público es una opción que no agrega más vehículos a la calle. Vamos a estudiar como cambiaría todo usando únicamente ello.
Reducción de la congestión vial
El primer beneficio que notarían todos es como gracias a solo usar transporte público, veríamos reducida significativamente la congestión vial. Hay demasiados automóviles hoy en día dando vueltas por ahí.
Sin ellos, notaríamos como las calles están menos abarrotadas. Esto daría como resultado un tráfico constante y rápido, lo que terminará dando menos tiempos de viaje y frustración por atascos.
Mejora de la calidad del aire
Con menos vehículos particulares andando, la contaminación del aire se reduciría, evitando de igual forma el aumento del efecto invernadero por los gases. Muchos autos provocan una cantidad nociva y masiva de emisiones.
Esto nos daría una calidad de aire superior para respirar, dando como resultado personas menos enfermas y con problemas respiratorios. Incluso lo notaríamos en las instituciones de salud pública, con menos gente.
Ahorro de dinero
El uso del automóvil personal puede ser costoso, considerando los gastos relacionados con la gasolina, el mantenimiento y el estacionamiento. Optar por el transporte público puede resultar en un ahorro considerable en los gastos de transporte.
Los boletos de transporte público suelen ser más económicos en comparación con los costos totales de mantener un automóvil. Además, se evitarían los costos imprevistos asociados con averías y reparaciones.
Promoción de la sostenibilidad
La adopción del transporte público también contribuye a la promoción de la sostenibilidad. Reducir la dependencia de los automóviles disminuye la demanda de combustibles fósiles y recursos naturales no renovables. Esto apoya la conservación del medio ambiente y la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Reducción de espacio de estacionamiento requerido
El estacionamiento en áreas urbanas con alta densidad de población es un desafío constante. Si más personas optaran por el transporte público en lugar del automóvil, habría una menor demanda de espacios de estacionamiento.
Esto podría abrir oportunidades para la creación de áreas verdes, parques y espacios públicos en lugar de áreas de estacionamiento.
El transporte público brinda la oportunidad de interactuar con otros pasajeros y promueve una sensación de comunidad en las ciudades. Al compartir el espacio con otros viajeros, se crea un ambiente propicio para las conversaciones, el intercambio de ideas y el fortalecimiento de los lazos sociales.
Menos estrés en el viaje
Conducir en el tráfico puede ser estresante y agotador. Optar por el transporte público permite a los individuos relajarse durante el viaje. Pueden leer, escuchar música, trabajar en sus dispositivos electrónicos o simplemente disfrutar del paisaje sin la preocupación de manejar y enfrentar el tráfico.
Promoción de la movilidad urbana integral
El uso del transporte público es una parte esencial de la planificación de la movilidad urbana. Al fomentar su uso, las ciudades pueden avanzar hacia un sistema de transporte más eficiente y conectado, que incluye opciones como trenes, autobuses, tranvías y bicicletas compartidas. Esto contribuiría a una movilidad integral que atiende las necesidades de todos los ciudadanos.
Al final, una adopción generalizada sí que traería varios beneficios significativos. Pero la comodidad de tener tu propio vehículo y moverte de la forma que quieras es algo que no todos renunciarían. Pero al menos ya tenemos el panorama.